Sigfried78's Blog

Caminando por las calles de Bilbao, me encontré a una chica, con una maleta enorme y llorando.

La pequeña había quedado con un hombre que no apareció, no sabía hablar muy bien español y estaba completamente desorientada por la situación.

Aquel hombre la envió un dinero para que viniera a su casa, pero al llegar la mujer del hombre estaba en el lugar de la cita diciendo que estaba arrestado.

Me quede con ella y la intente consolar mientras se calmaban sus ánimos, estaba vestida con una minifalda y una camiseta de tirantes, que al mirar más detalladamente, dejaban entrever todas las curvas de su magnífica figura, me senté a su lado y me abrazo tiernamente, mientras su llanto se calmaba.

Un rato después de notar que se calmaba su mano descendió lentamente a mi paquete mientras me comenzó a besar el cuello. Al notar su lengua recorrer mi cuello de arriba a abajo y su mano acariciando mi verga por encima del pantalón se me puso dura como una piedra.

La muchacha me susurro que quería follarme, que era el único que me había preocupado por su situación y me lo tenía que agradecer.

La bese en los labios y nuestras lenguas jugaron, mientras su mano no se apartaba de mi entrepierna, acerque la mía a su coñito y comprobé que su tanga estaba totalmente empapado.

Nos levantamos y fuimos a un hotel, mientras subíamos en el ascensor a la habitación ella no pudo esperar me soltó los botones del pantalón y saco mi verga para metérsela en la boca, me dio varios lametones y al llegar me lo coloco todo en su sitio, dándome un beso y diciéndome, está muy rica.

Al entrar a la habitación la di la vuelta y la levante del suelo, era ligera y liviana, sus piernas rodearon mi cintura y nos besamos, la deje suavemente en la cama mientras le levante la camiseta, sus pechos quedaron al descubierto con sus dos pequeños pezones erectos, eran perfectos, redondos, firmes, sonrosados y sus pezones tiesos invitaban a jugar con ellos, los mordisque un instante mientras seguía desnudándola, su faldita salió fácil y su tanga se había roto cuando la alce en brazos. Su cuerpo desnudo era delicioso, su coñito delicadamente depilado, sonrosado, pequeño y totalmente mojado.

"¿Te gusta?" me pregunto riéndose, "ME ENCANTA" le conteste, con eso se lanzó a desnudarme, sin más que quitarme los pantalones y los gallumbos, agarro mi polla con sus manos y comenzó a masturbarme y a metérsela en la boca lentamente.

No dejaba de jugar con mi pene, cuando lo sacaba de su boca solo decía una cosa, "quiero tu leche", yo solo me deje llevar hasta que me corrí en su boca, ella se bebió todo, sin dejar una sola gota y siguió chupando y jugando con mi pene hasta que dejo de salir esperma.

En ese momento se fue a su maleta y saco dos pequeños juguetes, un juguete anal y un diminuto dildo con vibración, "¿juegas conmigo?" me dijo mientras me daba ambos juguetes.

Agarre ambos y nos tumbamos en la cama, los deje entre nuestros cuerpos desnudos mientras comencé a acariciar su clítoris con mis dedos y a besarla, nuestras lenguas jugaban gozosas cuando introduje un dedo en su agujero y seguía acariciando su clítoris, se estremeció y se mojó mucho más, en ese momento cogí el juguete anal y se lo introduje en la vagina, haciendo que entrara y saliera mientras con mi lengua comencé a jugar con su clítoris, al cabo de un rato de estar jugando con ella introduje un dedo en su ano, el cual dejo que entrase lentamente hasta el fondo, saque el juguete de su coñito y lo introduje en su ano, en ese momento comencé a comer su coño dejando el juguete puesto, metiendo mi lengua dentro de su vagina y usando mis dedos para darle más placer acelere el ritmo de mi lengua y mis dedos entraban y salían de su vagina con facilidad, entonces se estremeció y grito en su primer orgasmo.

Mi pene estaba nuevamente duro como una piedra y mientras ella aún estaba disfrutando de su orgasmo se la metí, en ese momento se corrió nuevamente mientras comencé a moverme dentro de ella, el juguete seguía en su ano, sin moverse, su coño era caliente, apretado y muy húmedo, me moví con fuerza, entrando y saliendo una y otra vez, entonces decidí que cambiásemos de postura, ella se puso encima y me cabalgo durante un rato, mientras yo con mis dedos jugaba con su clítoris.

Cuando me apeteció cambiar de postura me incorpore, levantándola por sus piernas y al levantarnos el juguetito anal se salió de su sitio.

Estuve un rato con ella en brazos mientras mi pene entraba y salía de su vagina, en ese momento tuvo su tercer orgasmo, la tumbe en la cama sin sacar mi pene y me moví con fuerza hasta que me corrí y la llene su pequeño coño de leche.

Estábamos muy calientes los dos, al terminar de correrme, la saque de su vagina y se la metí por el culito, cogiendo el dildo y metiéndoselo en la vagina.

Con cada movimiento de mi pene entrando en su culito el dildo vibraba más y más dentro de su vagina, su culito estaba muy apretado, la sensación fue muy placentera y no tarde en llenárselo de leche.

Me tumbe en la cama con ella, y le dije, "¿nos duchamos y repetimos?"