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Sigfried78's Blog
Las vacaciones
Era agosto, tenía ganas de que llegase el día de mi viaje. Todo preparado. Fui con mis amigos al aeropuerto. Destino Ucrania. Siempre había deseado viajar allí. Aunque me daba miedo mi nivel de ingles.
Cuando llegamos a Kiev no sabíamos donde teníamos que ir. El hotel estaba cerca pero no lográbamos encontrar la calle. Yo tenía un mapa pero no conseguía ubicarme en la calle.
De pronto vi a una mujer, una mujer espectacular. Ella era castaña de pelo y tenía unos ojos marrones increíbles. Ella llevaba puesto un pantalón vaquero ajustado, una camiseta marrón que marcaba perfectamente las curvas de su perfecto cuerpo de mujer y una chaqueta marrón por encima.
Me acerque con el mapa, mis amigos no se atrevían. Si mi ingles era malo el de ellos era peor. Me acerque pero no sabia si ella hablaba ingles.
Ella vio como me acercaba y lanzo una sonrisa picara mientras intentaba apartar su mirada de mi, mientras yo me acercaba.
La pregunte: ¿hablas ingles?
Ella contesto: Si
Yo dije: Perdona que me acerque así, pero estamos un poco perdidos. Somos de España. Mi nombre es Javi y estamos buscando este Hotel (le dije mientras le enseñaba el mapa y el nombre del hotel)
Ella me contesto: Ah, vale, esto esta cerca de mi casa. Si quieres puedo acompañaros. (me dijo mientras no dejaba de sonreír)
Tenía una sonrisa espectacular. Era increíblemente preciosa. La mujer más hermosa que había visto en mi vida.
Ella me dijo: Me llamo Ekaterina, es un placer conocerte. ¿Estas de vacaciones haciendo turismo?
Yo dije: Si, estaremos en Kiev durante 3 noches. Después viajaremos a Luganks. Me han aconsejado ver esta ciudad. Y la verdad que me alegro de haber seguido el consejo. (Le dije mientras le guiñaba un ojo)
Ella sonrió y se puso un poco colorada.
Cuando llegamos al hotel le dije: Muchas gracias Ekaterina, en mi país es costumbre dar dos besos, uno en cada mejilla, cuando se conoce a una persona. Me permites que te los de.
Ella me dijo: Si, puedes dármelos. ¿Pero me dejarías usar el baño de tu habitación?
Yo conteste: Claro, faltaría más. Sube conmigo.
Mientras yo deshacía la maleta ella entraba al baño. Cuando me quise dar cuenta ella salía del baño pero sin llevar su ropa puesta. Solamente en ropa interior. Y sonriendo me dijo.
Ella dijo: ¿Crees que tienes tiempo para gastarlo conmigo durante un rato?
Se fue acercando poco a poco mientras yo no podía salir de mi asombro. Su figura era perfecta, sus pechos eran firmes y antes de poder reaccionar y poder decir una sola palabra. Me estaba besando con esa espectacular mujer.
Sus labios eran carnosos, dulces y muy suaves. Mis manos se fueron directas a su cintura y la acerque a mi cuerpo. La apreté muy fuerte a mi cuerpo. Ella me quito la camiseta y comenzó a desatar mi pantalón, mientras se reía y decía,
Ella dijo: Tus amigos se enfadaran. Voy a secuestrarte.
Y volvió a besarme otra vez, mientras sus manos ya habían soltado mi pantalón y había empezado a jugar con mi miembro.
Yo solté su sujetador mientras le mordía el cuello diciendo.
Yo dije: que se esperen mis amigos que no tenemos prisa hasta mañana.
Seguí mordiendo su cuello mientras con mis manos bajaba acariciando su espalda hasta agarrarla por su perfecto culo redondo. Entonces la sujete con fuerza y la acerque a mí. Ella me soltó para abrazarse a mi cuello y dejar que la levantara del suelo.
Con suavidad la lleve a la cama y la tumbe. Ella se mordía el labio mientras veía como con mi lengua recorría todo su cuerpo. Poco a poco. Una vez que le quite el pequeño tanga azul que llevaba puesto. Introduje mi cabeza entre sus piernas y comencé a disfrutar de su sexo con mi lengua, muy despacio al principio, mientras uno de mis dedos no hacia mas que entrar y salir de ella, mi lengua jugaba con su clítoris una y otra vez.
Ella me agarro del pelo y tiro con fuerza para que me acercara a besarla.
Al darle un beso y sentir como con sus piernas me rodeaba, la penetre poco a poco. Con un ritmo muy suave durante un pequeño espacio de tiempo. Hasta que empecé a ir cada vez mas rápido. Una y otra vez entraba y salía de ella, mientras nos besábamos con una pasión desmedida. Una y otra vez nos deshacíamos en nuestro calor mientras nuestros movimientos acompasados acompañaban nuestro placer. Acelere un poco más mis embestidas hasta que llegamos a un orgasmo brutal y satisfactorio.
Ella sonreía mientras yo me tumbaba a su lado en la cama casi exhausto.
A lo que ella me dijo, ¿te apetece repetir o tus amigos estarán esperando?
Evidentemente repetimos.